Era una noche tranquila en la que un bello ángel de cabello oscuro caminaba sin rumbo fijo en busca de tranquilidad o eso era lo que pensaba, ya que su mente se encontraba perdida, meditando sobre el mundo en el que se encontraba en esos momentos, que por ahora era un lugar pacifico, mas sin embargo sabía que una nueva guerra vendría a acabar con aquella paz…
Muchos recuerdos borrosos se venían a su mente… una batalla pasada en la que… -¿A quien le pertenece esa silueta?- se preguntaba una y otra vez, pero no obtenía respuesta alguna, solo la silueta de un persona apenas visible ante su caprichosa mente; …un lucha…, una separación…
Se detuvo por unos momentos para tomar un poco de aire, ya que los recuerdos le habían hecho sentirse un poco mareada, después de hacerlo continuo con su camino llevada solo por el viento, minutos después se topo con hermoso lago, la luna se reflejaba en sus tranquilas aguas, las luciérnagas adornaban con su luz la orilla de este, así pues decidió acercarse a contemplar mas de cerca el bello panorama, tal vez así despejaría su mente. Cuando estuvo lo suficientemente cerca de la orilla, extendió sus alas, hermosos destellos y pequeñas plumas volaron en torno a ella, el medallón que caía grácil en su mano despedía una fuerte energía – Maestro… aquí me encuentro de nuevo en medio de una guerra próxima… que debo hacer- susurraba para si mientras cerraba sus ojos, y su cabellera oscura bailaba con el viento; tomo el medallón con una de sus manos y lo apretó suave contra su pecho, mientras sus labios comenzaron a entonar una dulce melodía a la vez que avanzanba con paso lento pero lleno de gracia hacia las aguas oscuras… A pesar de su concentración en lo que estaba haciendo, se dio cuenta que alguien se aproximaba ¿que era ese algo o alguien?, aunque no paso mucho para que se olvidara completamente de esa presencia y de las consecuencias que conlleva ese descuido o ¿No?…
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