¿Solo una película? -priv-

No se como llegue ahí. Pero de pronto estaba frente al cine.
Era una película de estreno así que me apresure a entrar y me quede perdido en el hilo de mis pensamientos frente a la fuente de sodas.

Unos ojos extrañamente rojos –como cuando era neófito- captaron mi atención y me olvide de lo que pensaba en ese momento. ¿Acaso estaba pensando en algo? Me dije a mi mismo intentando quitarle los ojos de encima a esa linda chica, hay no… era un ángel.
El odio hacia su raza me hizo estremecer y pensé en agazaparme para lanzarme hacia ella y destruirla. Pero su penetrante mirada me retuvo de mi malévolo plan. Me quede plantado ahí, mirándola de arriba abajo.
-Oye, tú.- le dije de repente. Espero y no sepa que le hablo a ella me arrepentí por dentro. Que estúpido era yo al hablarle a un ángel.

Me di cuenta de que me estaba mirando y me trague la sonrisa que quería salir- sonrisa de satisfacción porque sabia de mi existencia- y entonces me habló.

Su voz era como la de una niña y me di cuenta de que temblaba un poco. Tal vez la asusté, pensé y me levante del pequeño sillón rojo de terciopelo que había ahí. Me abotone el saco- andaba vestido extrañamente formal- y me encamine hacia ella con paso decidido.
-Lo lamento- le dije y la tome de la mano.- Siento haberle llamado así. No era mi intención asustarla.- espere su respuesta temeroso de que mi intento- tan directo- de disculparme la hubiera asustado aun más

Sonreí de lado al ver su reacción. Al parecer no se había asustado más.
-Eh...- ¿Qu´se me ofrecía? Nada, solo habían sido sus ojos y su hermosa figura lo que me había llamado la atención a parte de su voz aniñada. No sabpia que hacía ahí así que ¿qué podía decirle? Nada, absolutamente nada.- Pues... no lo sé- tartamudée como un idiota- creo que solo vengo a ver una película.- la verdad era otra.- Usted a qué sala entrará. Espero y no le moleste qué la acompañe- le dije haciendo mi cara más inocente posible.

Baje la cabeza para ver el boleto en mi mano y sonreí.-Es cierto... pero creo que...- mire mí boleto con más atención- también es la sala 2, así que lo siento, tendrá que acompañarme a ver una aburrida película.- Era la verdad, no sabía de que trataría la película. Lo que ahora importaba era que estaría con aquel ángel de ojos hipnotizadores...

-Entramos?- le pregunte después de voltear a ver el reloj que pendía detrás del puesto de sodas.

La detuve antes de que diera otro paso.-Por favor- le pedí y extendí mi brazo.
Antes de que dijera la tome y caminamos hacía la sala que tenía en grande el número 2
Le abrí la puerta y pasamos... estaba emocionado.

Entramos en la sala, que estaba a oscuras y sentí que se aferraba más a mi. La apreté contra mí y la guie hasta que vimos los asientos.
-Sí, ahí está bien- le dije cuando encontro unos asientos para nosotros. Lo bueno era que ahí no había tanta gente y podíamos mantener una conversación u... otra cosa... Me golpée a mi mismo al pensar eso...

Subimos hasta nuestros asientos y esperamos a que la pelícla empezara...

Caminamos hacia donde estaban los asientos que le había señalado; mi vista ya se estaba agudizando lo suficiente como para soltarme de el, pero por alguna extraña razón no lo hice; Llegamos a los asientos y esperamos a que la película comenzara.

Solo esperaba que el largometraje comenzara pronto para que los latidos de mi insulso corazón no se escucharan tanto, pero… un minuto…¿Cómo se llama el?, no es que me importara mucho, pero tenia que saber como se llamaba ¿no?; tome una bocanada de aire y dirigí la mirada hacia esos hermosos ojos -…disculpe, a todo esto, ya que me va a acompañar a ver esta película, me podría decir… ¿Cuál es su nombre?- ¡Perfecto! Había sonado fría al decir eso, lo cual era bueno, así no notaria lo que me estaba pasando por dentro…


User: hahahaha, se trata de hacer la fria xDDDD, es con el unico ser que no puede, y con el es con el que trata ¬¬

Veía hacia el frente, perdido en la oscuridad. Su fría voz me interrumpio. Me volví lentamente a ella.
-Es verdad, disculpe. Soy Edward Cullen, señorita y su nombre es...?- le respondí un poco mas hosco de lo que pretendía.

User:Esto de actuar fríamente le sale mejor a Edward que a Amaya

Me volví para verla arrepentida por su comportamiento.
-No se preocupe, creo que...- y comenzó a llorar. ¿Qué le hice?

-¿Porqué lloras?- le pregunte y sin pensarlo le toque la mejilla para borrar aquella lágrima que corria por ella.-Tranquila no te voy a lastimar.- le dije sopesando que se había dado cuenta de mi naturaleza y se había asustado.

Intento calmarse y retire mi mano de su mejilla. Sentía el dedo mojado y muerto de la curiosidad lo vi durante un instante, que me parecio algo largo.
Dijo aquello de arruinarme la noche.
-Para nada...-en ese momento la luz de la pantalla nos iluminó y vi que sonreía. Bueno al menos estaba sonriendo.-; mira, calmate y veamos la película, sí? Olvidemos esto. Aquí no paso nada.- hize un ademan de que dejaba eso en el pasado. Era mejor 'ver' la película que verla llorando aunque el cine no me entusiasmaba del todo.

Terror, genial. La película tuvo un comienzo un tanto dramático y ruidoso, todos en la sala gritaron y saltaron, yo, a diferencia de ellos me acomode en el asiento y recargue mi mano en el descansa brazos, esperando algo mejor. Y lo tuve: la linda señorita que me acompañaba ésta noche me tomo del brazo y se acerco a mi. Me volví para verla, intentando esconder una sonrisa de burla.-Tranquila, es solo una película- le susurre al oido, lo más tranquilo posible.

-Calmate.- le dije con voz arrulladora mientras le acariciaba la mejilla. La tenía aún más cerca que antes.
En ese momento la película llego a un estado neutro, donde los personajes solo caminaban.- No te asustes, estoy contigo.- le dije y deliberadamente le dí un beso en la frente. Cuando me di cuenta de aquello me quede helado en esa posición esperando algún grito o insulto de su parte...

Me hice a un lado ante su roce... esto era complicado y no sabía porque... un ansia extraña y nueva para mi me recorria el ser. Al principio pensaba que era por caballeroso pero... esto era más grande que yo. No quería que se sintiera incomoda por haberme quitado pero decirle como me sentía sería... un poco confuso y ella se veia tan debíl, tan inocente, no quería lastimarla la sentía como parte de mi. Una sensación más intensa que el amor por mis hermanos.

¿Qué era esto? ¿qué hacía ella para hacerme sentir así?

Sentí ganas de levantarme...
-Disculpame.- le dije y me levante.- Ahora vuelvo- y salí de la sala, más rápido de lo normal.
  
Estaba afuera en lo que dura el latido de un corazón y deje que el aire frío de la noche me recorriera, tratando de organizar mis pensamientos.
No lo sé, no lo sé, pero no la puedo dejar ahí. No quiero. No me quiero separar de ella. Parecía un loco.

Regrese a la sala tan rápido como pude y me disculpe sinceramente.- Perdona, esque... tenía que salir. De que me perdí?- le pregunte más tranquilo y sonriente.