Lo había visto en sus mentes. Las mentes de sus víctimas. Por eso me desplacé al sur, al pequeño bosque que era su territorio.
Sentí la frialdad del bosque y supuse que no daba la luz, pero no podía comprobarlo: Me había arrancado los ojos para dárselos a Maharet, mi poderosa creadora. Y ahora también a ella la había abandonado porque prefería la guerra y no sus cadenas hechas de cabellos y sangre.
Me apoyé con la espada y la rodilla en tierra al descender del cielo, el hacha continuaba a mis espaldas y parecía más pesada que nunca.
Me incorporé lento, aguzando el oído para percibir los sonidos que emitían los de mi especie.
Si había un guerrero digno a quien seguir, lo comprobaría. Si no demostraba suficiente valor, lo destruiría. Haría que sus órganos explotaran y ardieran como los de Santino. O le arrancaría los ojos y se me los colocaría en las cuencas vacías, bajo los párpados que se mantenían cerrados.
Me desplacé por el bosque como si lo hubiera recorrido mil veces. Era hora de la eterna cacería.
Sentí la frialdad del bosque y supuse que no daba la luz, pero no podía comprobarlo: Me había arrancado los ojos para dárselos a Maharet, mi poderosa creadora. Y ahora también a ella la había abandonado porque prefería la guerra y no sus cadenas hechas de cabellos y sangre.
Me apoyé con la espada y la rodilla en tierra al descender del cielo, el hacha continuaba a mis espaldas y parecía más pesada que nunca.
Me incorporé lento, aguzando el oído para percibir los sonidos que emitían los de mi especie.
Si había un guerrero digno a quien seguir, lo comprobaría. Si no demostraba suficiente valor, lo destruiría. Haría que sus órganos explotaran y ardieran como los de Santino. O le arrancaría los ojos y se me los colocaría en las cuencas vacías, bajo los párpados que se mantenían cerrados.
Me desplacé por el bosque como si lo hubiera recorrido mil veces. Era hora de la eterna cacería.
Última edición por Thorne el Sáb Feb 21, 2009 11:31 pm, editado 2 veces