El Mar estaba bañando mis pies con sus calidas aguas, siempre gusto de los atardeceres en esta zona del mundo. Caminaba pausadamente, sin prisa alguna, la fiesta en el hotel no empezaria sino hasta la media noche. Sus ojos iban desde el sol que se ocultaba hasta las palmeras y edificos a su izquierda. A lo lejos una figura llama su atención por breves segundos, pero vuelve a su meditabundo andar.
Última edición por Gabriela Di Rocca el Jue Ene 01, 2009 1:20 am, editado 1 vez