:: ~ Tranquilla notte in acqua ... ~::

Aquel bello ángel continuaba disfrutando del sonido del aroma de las nítidas luces que aquel lugar le otorgaba, cuando de pronto se percato de la presencia de otro ser.

Al principio el ángel pelinegro no estaba muy seguro de lo que había sentido puesto que la presencia no era muy fuerte, además de que no estaba del todo concentrada en su alrededor; mas sin embargo al poco tiempo se dio cuenta que ya no estaba sola en aquella oscuridad, antes de ponerse en pie, da un leve suspiro, mientras que una hermosa sonrisa se dibuja en su rostro. –Quien será- se cuestionaba así misma mientras daba un suave brinco de aquellas piedras, bajando sutilmente hacia las aguas, mas antes de tocarlas por completo, agito sus alas con la misma suavidad con la que caía, para hacer que sus pies quedaran al roce de aquel hermoso mar, antes de dirigirse hacia aquella figura que al parecer también formaba parte de los seres angelicales, recorrió con su mirada el lugar, en busca de alguien mas; sin embargo no encontró nada, solo la luna y sus eternas compañeras iluminando los cielos…

Tras esto movió sus alas suavemente, emprendiendo vuelo – Hola…- murmuro suave segura de que la escucharía mientras volaba al encuentro de aquel ser angelical, esperaba que no asustar a ángel contrario puesto que era un tiempo en que cada uno de los habitantes de aquel lugar tenían que estar alertas ante cualquier cosa. Pero aquel ángel se mostraba segura ante lo que hacia, y algo en su interior le decía que esa noche algo maravilloso sucedería…

“¡Oh! dulce noche que atrajo a dos seres puros bajo la protección de la bella diosa de la luna, ¡oh! dulce luna que se ve opacada ante la belleza de esos Ángeles…
Protégelos bajo tu velo de cualquier ser que desee la destrucción de sus almas.”

Al recibir el saludo de vuelta, una dulce sonrisa se dibujo en el rostro del ángel pelinegro, en pocos momentos ya estaba frente aquel hermoso ángel femenino, un aura pura emanaba su cuerpo, esto le hizo pensar que pertenecían al mismo bando, aunque nunca se esta del todo seguro… le miro con dulzura como era característico en ella – Buenas noches señorita- saludo de forma amable, guardo entonces sus alas tras su espalda quedando de pie en la fría arena de la playa – ¿Que le trae por aquí?...- pensó que tal vez se había perdido, pues al parecer aquel ser no tenia mucho de haber llegado a ese lugar, al menos eso creía el ángel pelinegro.

-Mi nombre es Yuzuna, ¿el suyo es?- pregunto de nuevo antes de recibir alguna respuesta por parte de la joven sin dejar de mirarle un solo momento de esa manera tan calida.

Aquella noche no iba a estar tan sola como lo había pensado el ser celestial, y esto de cierta manera le alegraba, ya que el simple hecho de hacer un nuevo amigo le emocionaba y que mejor que aquel ángel de dulce rostro al que la luz lunar le hacia ver aun mas puro y hermoso…