Hermosa noche en la que la luna y sus eternas acompañantes brillan; iluminando aquel oscuro cielo en el horizonte, reflejando su hermosa luz sobre las tranquilas aguas saladas, mientras que estas entonan su eterna melodía dando así una magnifica ilusión...
Una noche en la que un ángel camina sobre las aguas, dejando aquel efecto de ondas tras su paso, parecía que bailaba en ellas, un baile tranquilo, sus movimientos eran lentos pero llenos de elegancia. Aquel hermoso ángel de larga cabellera oscura como la misma noche, que disfruta de la soledad del océano…
Preguntándose si ese día conocerá a un ser nuevo, o simplemente estará sola disfrutando de aquel paisaje que le regala la mística luna…
Pues ella sabia que muy pronto aquella tranquilidad se terminaría y tal vez no podría disfrutar de otro momento igual, además de que ese hermoso mar con el que ahora se deleitaba podía perderse entre tanta sangre que correría…
-No!- pensó el ángel ante sus pensamientos, no quería que todo eso que sentía se perdiera por sus visiones así que olvidando eso continuo con su danza por las aguas.
Después de unos minutos de caminar sin rumbo, si es que a lo que ella hacia se le llama caminar, el ángel decide descansar un poco, a pocos metros de donde se encuentra observa unas rocas en donde las olas chocan, desapareciendo una para que la siguiente haga lo mismo, así pues se dirige a ellas con el mismo paso suave, al llegar se sienta en su borde pues deseaba seguir disfrutando la brisa marina en sus pies descalzos, así mismo aquel viento nocturno jugaba con su largo cabello, poco después el ángel extendió sus alas, sintiendo una agradable sensación recorrer por todo su cuerpo, puesto que tenia tiempo que no las dejaba libres…
- Ahhh!... se siente bien, verdad que si pequeñas…- murmuraba suave al viento, refiriéndose a sus alas. - ¿Qué pasara esta noche?... ¿Qué aventura me tienes preparada?- musito aun mas bajo, como si nada mas deseara que las aguas saladas fueran testigo de sus palabras…
Una noche en la que un ángel camina sobre las aguas, dejando aquel efecto de ondas tras su paso, parecía que bailaba en ellas, un baile tranquilo, sus movimientos eran lentos pero llenos de elegancia. Aquel hermoso ángel de larga cabellera oscura como la misma noche, que disfruta de la soledad del océano…
Preguntándose si ese día conocerá a un ser nuevo, o simplemente estará sola disfrutando de aquel paisaje que le regala la mística luna…
Pues ella sabia que muy pronto aquella tranquilidad se terminaría y tal vez no podría disfrutar de otro momento igual, además de que ese hermoso mar con el que ahora se deleitaba podía perderse entre tanta sangre que correría…
-No!- pensó el ángel ante sus pensamientos, no quería que todo eso que sentía se perdiera por sus visiones así que olvidando eso continuo con su danza por las aguas.
Después de unos minutos de caminar sin rumbo, si es que a lo que ella hacia se le llama caminar, el ángel decide descansar un poco, a pocos metros de donde se encuentra observa unas rocas en donde las olas chocan, desapareciendo una para que la siguiente haga lo mismo, así pues se dirige a ellas con el mismo paso suave, al llegar se sienta en su borde pues deseaba seguir disfrutando la brisa marina en sus pies descalzos, así mismo aquel viento nocturno jugaba con su largo cabello, poco después el ángel extendió sus alas, sintiendo una agradable sensación recorrer por todo su cuerpo, puesto que tenia tiempo que no las dejaba libres…
- Ahhh!... se siente bien, verdad que si pequeñas…- murmuraba suave al viento, refiriéndose a sus alas. - ¿Qué pasara esta noche?... ¿Qué aventura me tienes preparada?- musito aun mas bajo, como si nada mas deseara que las aguas saladas fueran testigo de sus palabras…