"Porqué no hacéis lo que deseáis en vez de preocuparos por los demás"
Nombre: Laurent
Raza:Humano
Edad:26
Sexo: Masculino
Preferencias sexuales: Bisexual
Descripción física: Es más alto y más fornido que los demás. Sus piernas e imponente torso e incluso su atrayente verga de gran grosor, exudan poderío.
Tiene un rostro anguloso y proporcionado, con la boca amplia y de una forma perfecta, la lariz larga y delicada, los ojos marrones, bien separados, irradian autoridad.
Viste una túnica de terciopelo y botas negras. Guantes y manto ribeteado de armiño cuando tiene que vestir algo.
Descripción psicológica: Rebelde y dominante, sin ningún escrúpulo. Puede seguir sus instintos sin el freno de la escala moral. Hace sentir la fuerza de su tenacidad, su capacidad para dirigir a uno, dos o todo un reino. La ternura solo nace en él cuando mira la carne enrojecida bajo la palma de su mano: la de las víctimas de sus despiadados castigos, de aquellos que le pertenecen. Habla con seguridad en el tono de su voz, con suave ironía, siempre al borde de la risa.
Bando (clan) al que pertenece: Mond Clan
Habilidades: Fuerza. Resistencia. Inteligencia. Mando. Aristocracia. Seducción.
Historia del personaje: Laurent es el jóven heredero al trono de su padre pero, como todos los aliados de la reina Eleanor, es obligado a prestar vasallaje durante tres años para templar su carácter y hacerle mejor monarca. De manera que es conducido al castillo y se convierte en el esclavo personal de Lady Elvira.
Aquél cuerpo tan grande, tan repleto de poder latente, agradan a la fría Lady quien lo obliga a copular con princesitas cada tarde en el jardín.
A pesar de que le guste el juego de persecusión a las princesas, vertir su ardor en sus cuerpecitos temblorosos haciéndolas jadear bajo sus embates a los pies de la Ama, Laurent siente el deseo de un cambio, deseo que le hace escapar por el bosque, pero no tarda mucho en ser capturado por los soldados de la reina quienes lo llevan a la presencia del Capitán de la Guardia. El Capitán y toda su tropa lo latigan a conciencia, soltando murmullos de excitación bajo la magnífica imágen del príncipe montado sobre la cruz de madera, amordazado y con su imponente torso palpitante bajo los golpes de la correa y las nalgas cabalgando sobre el falo de madera.
Atado de ésta forma, lo pasean por el pueblo en una especie de procesión penitencial. Su condena ( en parte sugerida por la airada Lady Elvira) había sido ser subastado en el pueblo y servir a trabajos forzados, pero su vida como fugitivo castigado había finalizado nada más empezar. No llegó a ver nunca la plataforma de subastas porque esa misma noche el pueblo fue invadido por soldados del Sultán, quienes lo raptaron para conducirlo, junto a otros esclavos elegidos, a las tierras de su señor. En este primoroso infierno ya no serán príncipes esclavizados por mandato real, sino sólo cuerpos que ofrezcan placer, artículos de lujo cuya única misión será hacerse notar por sobre los demás. Esto es lo que les hace saber Lexius, el mayordomo real.
Él, junto con Bella y Tristán cumplen a su manera éstas expectativas pero él además consigue someter a Lexius y lo entrena secretamente como a su esclavo. No es la primera vez que somete a alguien, lo ha hecho también con Bella y Tristán y a los tres los ha amado en su oportunidad. En su caso siempre será así. Los momentos en que su alma se rinde, en los que todo se integra en un patrón general, es cuando él esta al mando. De todas formas el aprendizaje en tierras extranjeras no dura mucho y son rescatados y devueltos al castillo de la reina. La reina se disgusta especialmente con él por haberse resistido al rescate y haber llevado, para colmo, prisionero a Lexius. De manera que lo condena a los establos, a ser en un corcel humano que los pueblerinos puedan rentar para tirar de sus carretas. Esta férrea disciplina aplaca sus impulsos, pero no del todo. Y cuando ya comienza a disfrutarlo le es comunicado el fallecimiento de su padre; en virtud de ese acontecimiento vuelve ya no como príncipe, sino como soberano, a su reino que se encuentra en caos. Con mano dura y liderazgo lo restaura, pero aún le hace falta una reina. Se entera de que la princesa Bella, ahora liberada, rechaza a todo pretendiente que acude a cortejarla y marcha decidido a tenerla por esposa. Bella se rinde sin dudarlo ante él y le promete ser su esclava. Él en correspondencia jura hacerla olvidar a todos los que la poseyeron en el pasado y vivir con ella, felices para siempre.
Sus gustos: Dominar, sus esclavos, los retos, las aventuras... Casi todo.
Extras: La clasificacion la puse por la admi xdd Este personaje pertenece a Rice, de su trilogía "La Bella Durmiente"
